LA HOMOFOBIA SIGUE EXISTIENDO Y, MÁS QUE NUNCA, ¡NO TIENE SENTIDO!
Sinceramente, no entiendo cómo en 2025 a alguien le seguiría molestando
la sexualidad de los demás. ¿Qué más da en tu vida que fulano esté con fulano,
o que fulano esté con fulano?
Supongo que quienes se molestan deben tener una de estas razones:
1. Un fuerte deseo de salir del armario, pero falta el coraje, porque
salir del armario también significa renunciar a otras cosas. Salir del armario
significa perder posiciones, salir del armario significa perder posiciones en
la iglesia (y está llena de personas LGBT), salir del armario significa perder
mi título de "maestro de jiu-jitsu, macho alfa imbécil". Una persona
segura de sí misma no se preocupa por la sexualidad de los demás.
2. Frustración personal, en la familia, en el trabajo, en el amor. Una
persona que ni siquiera tiene éxito (no solo económico) no pierde el tiempo
preguntándose: "¿Por qué fulano es gay?".
3. Personas completamente "equivocadas". A algunas personas ni
siquiera les importa su propia familia, sino que quieren interferir en la vida
de los demás. La casa es un desastre, los hijos se desvían, se pelean con sus
padres... pero creen que tienen derecho a opinar sobre la sexualidad de los
demás.
Observación 01:
Que tengas 15 años y te rías al ver a una persona LGBT, por ejemplo, con
cinturón negro en una pelea, lo entiendo. Pero si ya tienes experiencia (en
muchos sentidos) y aún te escandaliza una persona LGBT... es, como mínimo,
hipócrita, inmaduro e infantil.
Observación 02:
Imaginamos que el prejuicio proviene de los hombres heterosexuales y de
la comunidad cristiana. Pero el prejuicio puede provenir de cualquier
"sector de la sociedad". Y, peor aún, el prejuicio proviene de
quienes menos esperamos. ¿Conoces a esa persona que es tu "amigo", no
es cristiano, es atrevido*, progresista, franco y frecuenta tu casa? Entonces,
el prejuicio proviene de esa persona. No importa si es cristiano, candomblé,
umbanda, budista, hombre, heterosexual, santo o prostituta... el prejuicio
existe en todos los sectores de la sociedad.
Pero lo más importante es saber quién eres. Si lo sabes, ninguna opinión
ni crítica importa. Lo que importa eres tú y tu relación con Dios. De hecho, Él
es el único que puede juzgarnos. Nadie en la Tierra tiene el poder notarial de
Dios. Nadie aquí es el guardián del cielo. Y, cabe destacar, Dios no es el
secuaz de nadie. Así que, concéntrate en ti mismo y en tus sueños, metas y
planes.
*puta
Río de Janeiro, 2 de octubre de 2025
Raphael Paiva
Imagen: https://www.al.sp.gov.br/noticia/?id=392323
Nenhum comentário:
Postar um comentário